“No hay dinero”. Esta es la excusa más repetida por parte del bipartito PSOE-Compromís en el Ayuntamiento Burjassot para no ejercer sus funciones, para no hacer nada. La falta de ideas y la ausencia de gestión por parte de nuestros “gobernantes” es cada vez más evidente.

El ejemplo más significativo es que hemos llegado al mes de junio sin que ni siquiera hayan presentado el proyecto de cuentas públicas municipales para el 2018; es decir, llevamos medio año sin presupuestos. Esto a pesar de que supuestamente hay un pacto estable entre socialistas y nacionalistas, y por tanto, tienen los votos suficientes para aprobarlos. Pero no se ponen de acuerdo.

Sin presupuestos y sin gestión, quien gobierna en Burjassot es la ineficacia y la improvisación. Vivimos a base de parches puestos a destiempo. Les doy dos ejemplos, aunque hay muchos más.

1. Desde hace semanas no hay servicio de grúa municipal porque caducó la licitación y, a fecha de la entrega de este artículo, todavía no ha salido el pliego de condiciones para la nueva contratación. Esto se traduce, por ejemplo, en que cuando hay que quitar un coche mal estacionado o no se hace o hay que pagar a la grúa una tarifa extraordinaria para ofrecer este servicio básico.

2. La falta de interés por la educación ha provocado incluso la dimisión de la concejala que llevaba esta área tan fundamental. Se produjeron meses de impagos a la empresa que gestionaba el gabinete psicopedagógico municipal, dicha empresa finalmente cesó de sus funciones… Y tras provocar el caos, desde el ejecutivo quisieron arreglar el problema que ellos mismo habían generando municipalizando el servicio, creando una bolsa de trabajo plagada de irregularidades. Deprisa, tarde y mal.

Pero si hay un asunto que clama al cielo es que en Burjassot, desde hace años, no se hace prácticamente ni una obra pública con recursos propios. Así, para cualquier actuación tiene que llegar el dinero de una subvención, ya sea de alguna Conselleria o de la Diputación, porque el Ayuntamiento dice que no tiene dinero para ello.

Que hay que reasfaltar carreteras, porque están llenas de baches y con agujeros en las calzadas, pues tenemos que esperar a que venga el dinero de los planes de la Diputación. Que hay que cambiar los juegos infantiles de nuestros parques, pues toca esperar a que nos llegue alguna que otra subvención. Que hay que sustituir mobiliario urbano, lo mismo. Esperar, esperar, esperar. Vivimos de subvenciones y así nos va.

Los recursos propios escasean, y el poco dinero que hay se dedica en gran medida a pagar deudas pasadas provocadas por la mala gestión de los mismos que hoy siguen en sus cargos.

El monumento de Los Silos se está deteriorando a pasos agigantados. En diferentes zonas se ven claramente las grietas y los desniveles de tierra provocados por la falta de mantenimiento durante años. Si dispusiéramos de recursos podríamos dedicar una partida a la conservación de nuestro lugar más emblemático. Pero como no sucede esto, toca esperar a que en algún momento, con suerte, nos concedan alguna subvención. Mientras tanto, seguiremos esperando, aunque en este caso, lo que esperaremos es a que no ocurra ninguna desgracia irreparable.

El bipartito debe ponerse las pilas. Burjassot no se merece esta falta de acción política. Nosotros desde la oposición podemos impulsar propuestas y dar ideas, pero tenemos las manos atadas para que estas actuaciones se lleven a cabo. Debe ser el equipo de gobierno quien se olvide del “no hay dinero”, reorganice sus prioridades y ponga en marcha las acciones necesarias para mejorar el día a día de la ciudadanía de nuestro pueblo.

 

Tatiana Sanchis Romeu
Portavoz grupo municipal Cs Burjassot

Artículo publicado en el Boletín de Información Municipal (BIM) mayo-junio 2018