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Fernando Giner quiere ser alcalde, pero si está en la oposición, también garantizará lo que le pide su público – Su única condición es la tranquilidad, el sentido común y el beneficio al ciudadano»

Con dos carpas, diez mochilas y tres bicicletas, la tropa de Ciudadanos se ha lanzado a la calle a darle a los valencianos «la buena noticia» de que hay un proyecto para Valencia. Al frente de esos 250 afiliados está el candidato, Fernando Giner, que durante esta campaña ha tratado de trasladar a la gente la idea de que «Valencia tiene futuro», que «la corrupción tiene solución» y que «Valencia puede volver a ser la ciudad que siempre fue». Es más, su propósito es que sea capital del Mediterráneo de la creatividad y del diseño, su gran reto para la próxima legislatura.

«Ha sido „explica Giner„ una campaña de contacto con la gente», una campaña en la que «la ilusión y las ganas» son fundamentales y en la que la «horizontalidad» de la formación hace que las ideas fluyan.

Del otro lado, Ciudadanos, que apenas ha tenido tres meses para preparar estas elecciones, recoge de su público una idea capital. «La gente pide que haya cambio. Valencia pide Cambio», reitera Giner, porque cuando se ha acercado a los mercados «la gente te dice que esto no puede continuar así, que lo están pasando mal y que para los comercios y los autónomos está siendo una odisea»

En esa tesitura, el candidato de Ciudadanos está dispuesto a ser protagonista. Su propósito en ese sentido es ser alcalde. «A mi me gustaría que la gente me votara para ser alcalde, para que Ciudadanos sea la formación que lidere el cambio», pero advirtiendo de que si tiene que estar en la oposición «garantizará también ese cambio». «Vamos a proporcionar estabilidad y si estoy en la oposición será a través de acuerdos puntuales, pues ya hemos demostrado que podemos entendernos con todo el mundo», dice. Su única condición es que haya «tranquilidad, sentido común y beneficio para los ciudadanos».

Giner quiere que haya una evolución tranquila, sensata y con proyectos, sin ser «antinadie ni antinada». A su juicio, «lo bueno que tiene la ciudad hay que respetarlo y lo malo hay que quitarlo», particularmente la corrupción, porque «todos los días van saliendo noticias» y en ese sentido el voto a Ciudadanos genera ilusión.

Ni siquiera perturban sus metas de consenso los permanentes ataques que, según dice, ha recibido de otras formaciones políticas. Frente a ello «el silencio ha sido la respuesta». «Yo no vengo a la política al ?y tu más? y además no tengo tiempo para perderlo en eso», dice.

«Siento que el proyecto es tan interesante que poder contarlo a la gente es una de las cosas más bonitas que le pueden pasar a una persona. A mi me han felicitado muchas veces, pero aquí me dan las gracias. Siento que estoy en el lugar adecuado en el momento adecuado», explica.

 

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